Los antideslizantes pueden tener una doble función proporcionando protección permanente de la superficie y como agente de mejora de la tracción con un agarre seguro y fijación duradera.

Están diseñadas para responder a aspectos relativos a la seguridad y reducción de accidentes como caídas o resbalones en obras de construcción, edificios o zonas peligrosas.

Las aplicaciones comunes son: Escaleras, áreas húmedas, rampas, áreas de seguridad de la planta, estribos, revestimientos de remolques de camiones.